domingo, abril 30, 2006

¿Qué es la Libertad?

La libertad esta definida como aquella condición humana en la cual la coacción que algunos ejercen sobre los demás queda reducida, en el ámbito social, al mínimo (estado de libertad). A partir de esto, podemos definir que la libertad individual es el estado en que el hombre no se haya sujeto a coacción derivada de la voluntad arbitraria de otro o de otros.

Contraste con la Libertad Política.

La libertad política es la participación de hombres en la elección de su propio gobierno, en el proceso de legislación y en el control de la administración. Es decir, es un grupo de hombres, que en su conjunto se le otorga una especie de libertad colectiva. Pero un pueblo libre no es necesariamente un pueblo de hombres libres, pues nadie necesita participar de dicha libertad colectiva para ser considerado libre individualmente. Pues difícilmente, los chilenos residentes en Ámsterdam y que, por ende, no están facultados para ejercer su voto en las elecciones presidenciales, por ejemplo, no se les puede considerar que no sean libres individualmente, al no ejercer su libertad política. O los jóvenes que no están inscritos en los registros electorales, malamente se les puede decir que son menos libres como individuo.

Contraste con la Libertad Interior.

También llamada como “libertad metafísica” o “libertad subjetiva”, dice relación cuando la persona guía sus acciones por su propia y deliberada voluntad intelectiva, dicho de manera coloquial cuando no es “esclava de sus pasiones”, o sea que la coacción a esta libertad, se ejecuta cuando el propio individuo no elige sus acciones, por medio de la razón o convicción, sino por impulsos o circunstancias momentáneas.

Contraste con la Libertad como poder

Se puede pensar que la libertad es la omnipotencia para hacer lo que uno se antoje, sin cortapisas. Nada más errado, la libertad individual implica un orden social implícito, pues si entendemos que su campo de acción es aquella esfera privada en la cual cada uno puede alcanzar sus objetivos en paz, dichos objetivos no pueden pasar a llevar los de otros sin su consentimiento expreso, pues eso es coacción y como hemos dicho atenta contra la libertad.

viernes, abril 14, 2006

Hayek y el orden espontáneo.

La filosofía liberal de Hayek surge en respuesta al socialismo, específicamente cuando autores socialistas, en respuesta a “la mano invisible”, propusieron la factibilidad del cálculo centralizado de los recursos y la posibilidad de una distribución racional o artificial de los mismos. Esto, a juicio de Hayek, sería ilusorio debido a que la no existe ningún modelo que permita hacer una estimación racional de la producción y distribución de los bienes y servicios que necesita una sociedad, como substituto del mercado e involucraría, ciertamente, el uso de un gran acervo de conocimientos para lograrlo, pues se trataría de simular la actividad cognoscitiva de millones de personas, poseedoras de una gran cantidad de información, muchas veces intransferible. Más aún, el cálculo productivo y distributivo y la ejecución de las decisiones planificadas exigen la existencia de un Estado fuerte y centralizador, que necesariamente está obligado a restringir las libertades a través de la coerción.

A partir de esto Hayek expresa la siguiente tesis:
"los órdenes de elevada complejidad, es decir, los únicos susceptibles de integrar un número de datos particulares superior a lo que todo cerebro puede aprehender, tan sólo pueden surgir de un juego de fuerzas de carácter espontáneo".

Ahora bien esa espontaneidad no es puro azar, sino un orden abstracto, en el sentido de que su contenido no puede ser conocido o previsto a través de una actividad o acción intelectiva omnicomprensiva, y se refiere al marco en el cual se realizan los actos humanos libres y concretos. Dada su complejidad, las actividades que se despliegan en su esfera, deben ser confiadas a circunstancias desconocidas por quienes rigen el conjunto del sistema. Por esta razón, el control o autoridad que se ejerza sobre ella no puede depender sino de normas genéricas y nunca de mandatos específicos. El orden espontáneo, en última instancia, consiste en el movimiento producido por la actividad humana cuando cada individuo toma decisiones a partir de los conocimientos que posee.

jueves, abril 13, 2006

¿Por que no soy conservador?
En principio comenzaré diciendo que la filosofía conservadora por su propia condición, jamás nos ofrece alternativa ni novedad alguna. Debido a que lo típico del conservador es el temor a la mutación, el miedo a lo nuevo, simplemente por ser nuevo. Limitando o deteniendo la evolución.

La postura liberal, en cambio es abierta y confiada, atrayéndole en principio todo lo que sea libre transformación, aún constándole que a veces se proceda un poco a ciegas. Defendiendo el libre desenvolvimiento del individuo.

Los Conservadores por su férrea oposición a todo cambio súbito o drástico, no ofrece ni alternativa ni movilidad alguna. Tal mentalidad interesante cuando se trata de impedir procesos perjudiciales, de nada nos sirve si se pretende modificar y mejorar la situación presente, de ahí que el triste sino del conservador sea ir siempre al remolque de los acontecimientos. Es posible que el quietismo conservador, aplicado al ímpetu progresista reduzca la velocidad de la evolución, pero jamás puede hacer variar el signo del moviendo. Tal vez sea preciso aplicar freno al vehículo del progreso, pero yo personalmente no concibo dedicar mi vida a tal función.

“Al liberal no le preocupa cuán lejos ni a que velocidad vamos, lo único que importa es aclarar si vamos en buena dirección”.
(Friedrich A. Hayek)